noviembre 22, 2011

Adolescente

El eco de las voces que me dicen
que recuerdas las mañanas
que he quedado, alelado
por tu imagen, sol.

Presiento que no dices lo que sientes
cada noche que te encuentro
el silencio es tu voz.

Y en mi celo hay oculto
melancólico, impotente
impreciso, adolescente
un recuerdo
que se impone a mi canción.

Admiro tu belleza,
son tus curvas fortalezas
tus miradas son crueldades
no te apiadas un segundo de mi ser.

Si quisieras enseñarme
esas rutas tan oscuras
que en tus manos ha creado Dios.

En mi cielo elevarías
tan sublime, tan radiante
tan alegre, tan brillante
un sol feliz que limpia esta desazón.

Encantas cuanto tocas
todo lo trastocas
y a tu paso vas dejando,
la desilusión.

He sido malquerido
malogrado en mi sentido
y despojado de mi corazón
traicionado corazón.

Y a mi lado estás sentada
y yo no digo nada
(alma regalada)
formidable e imponente
hieres mi razón.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

no le pidas peras al olmo no le pidas peras al olmo