julio 23, 2012

Un monstruo en la ventana

Descubrí esa tarde que ese día y a esa hora, alguien había escrito lo que yo quería escribir pero no sé motivado por qué motivo o motivación. Yo tenía las palabras atravesadas en la lapicera, obturando la tinta y agobiando al pensamiento.
Lo leí en ese otro papel, del otro, del que lo había hecho bien y pensé "claro, así era" y luego "pero ya no".

Sentí una corriente de aire frío en mi espalda, me di vuelta y ahí vi a ese monstruo vecino, cercano, vigente... su insignificante estatura, sus dientes deformes, sus ojos torcidos, su expresión ladina, su estúpida imagen llena de estupidez y tanta pero tanta insípida arrogancia cubierta de la más insoportable artificialidad... lo miré detenidamente, lo evalué como hago siempre que soy un poco más parecido a mi yo pero violento y decidí no hacerle frente... prefiero luchas más dignas, más leales... con rivales menos descartables.

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