octubre 21, 2012

Inigualable

Me contó muchos secretos que, por supuesto, yo no sabía... sacando a la luz una inigualable cualidad: su amorosa generosidad. Algo que nos unía más allá de lo esperado, algo que estaba presente en la memoria y en los sueños de lo porvenir que empezaba en ese nacimiento, de nuevo, como un renacimiento. 
Cargó el mundo sobre sus hombros y lo hizo un lugar mejor, dejó todo por no dejarnos nunca solos y, tal vez, más. No dejó nunca que una lágrima confundiera las verdades, pero también nos enseñó que toda la verdad cabe en una lágrima oportuna. Nos mostró todos los caminos: los del saber, los del querer, los del poder, y sobre todo los del intentar poder... esa virtud de no dar una por perdida... otra de sus cualidades inigualables...
Tan humana como se puede ser, lo fue y además fue un poco la madre de miles más que nunca la olvidan, nunca la olvidaron, nunca la olvidarán... hemos llevado con orgullo y admiración el cariño de muchos otros hijos, siempre queriendo a nuestra madre... una inigualable cualidad... su amor inmenso e incondicional. Y por ella nuestro amor inmenso e incondicional...

No hay comentarios:

Publicar un comentario

no le pidas peras al olmo no le pidas peras al olmo