Y entonces te invité a mirar la luna, llena en tu ventana, llena en mi terraza. Ya el amor crecía cuesta abajo en esa colina donde vos me veías desde arriba y yo te esperaba ahi abajo. Antes vimos el lago y los patos y después también...
En la presunción eterna que no podíamos cruzarnos, dábamos la vuelta a la esquina y apenas nos reconocíamos, porque teníamos prisa, vergüenza, dudas, problemas y un trabajo que cumplir... Quisimos unir tus imágenes y mis palabras, para crear una historia que quisieran los niños y terminamos uniéndo tus miradas y mis voces, tus risas y mis chistes... creando una historia que quieren los niños, que somos, que fuimos, que seremos... mientras todo esto pasa, mientras esta luna estamos mirando.
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no le pidas peras al olmo no le pidas peras al olmo